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“Cuerpos distintos, derechos iguales”

July 22, 2010

La bandera multicolor ondeó en las calles de casi todo el mundo a principios del verano. Madrid fue el escenario de la última gran orgullosa fiesta. Aunque en los principales portales españoles sobre el colectivo homosexual no se les nombró, Quito y Guayaquil, ciudades ecuatorianas, también celebraron el orgullo gay. Sin embargo, dentro de esta celebración, hay un grupo que aún permanece entre sol y sombra: los transgénero. En la capital española, el lema de la marcha  fue “Por la igualdad trans”. En el país latinoamericano también se está luchando por ella porque, a pesar de los avances que se han producido desde la llegada al poder del actual presidente, Rafael Correa, aún hay mucho por hacer

“Eso es un carnaval”, opina un joven sobre el Día del Orgullo Gay en su país. Lleva camisa de cuadros, pantalón largo y sandalias de cuero, bajo un sol castigador a las 3 de la tarde. Al saludarle y darle una palmadita en la espalda, se nota la faja que lleva apretándole el pecho. Tiene 29 años y es de Guayaquil (Ecuador), pero desde hace ya algunos años es vecino de Madrid. Y, desde hace tan sólo nueve meses, decidió dejar su nombre de toda la vida, Wendy, por un nombre masculino, Will. “Lo elegí porque empieza por W. Intenté que fuera lo más similar al nombre que me puso mi madre, por no perder tanto la identidad, las raíces”, explica.

Lleva meses yendo a un psiquiatra, paso previo para empezar a hormonarse, con la finalidad de dar el gran salto: la operación de reasignación de sexo. Aunque, asegura, pasó los filtros de psicólogos y psiquiatras más rápido de lo habitual, y hace cuatro meses que podría haber empezado a tomar las hormonas, todavía no ha dado ese paso. El motivo: su madre. “Tú para mí serás Wendy hasta el día que te mueras”, le dice. Y sigue tratándola y presentándola como a su hija. Pero Will tiene “pelusilla” en la cara, apenas se le nota el pecho y sus gestos son de hombre. Además, tiene pareja: una chica española con la que comparte habitación en un piso, en el que también vive su madre. Desde que se rebautizó y tomó el nombre de Will, su mujer sólo puede llamarle así en la intimidad, o fuera de casa, para evitar el enfado de la suegra. De todos modos, “para ella fue complicadísimo” empezar a llamarle Will.

Su madre no es la única barrera familiar con que se encuentra a la hora de ser lo que realmente se siente, hombre. Llegó a Madrid huyendo de una relación que no podía ser: su prima, la primera mujer de su vida. “La familia no lo hubiera aceptado”. Y fue aquí donde empezó, hace dos años, a vestirse como un chico. “Al principio, con pantalón ceñido ‘de tía’ y camisa masculina. O con gorra. Y usaba el típico pretexto para cambiar de braguilla a boxers, de que me molestaba en las ingles y los boxers eran más cómodos…”. Excusas de cara a los demás, especialmente de cara a su madre.

Pero antes de eso, Will no entendía qué le sucedía. “Pensaba que era lesbiana”. Ya en 6º de primaria se enamoró de su compañera de pupitre. “Yo siempre he dicho que es mentira cuando llega cualquiera del ámbito del LGTB y te dice: ‘No, es que yo lo sabía desde que tenía uso de razón’. Es mentira”.

Los colectivos de Lesbinas, Gays, Transgénero y Bisexuales (LGTB) han estado luchando durante años en Ecuador, así como en otros países (como España o Colombia) por el reconocimiento de sus derechos, Una de sus primeras victorias se produjo en el año 1997: el Tribunal Constitucional de este país despenalizó la homosexualidad a raíz de la denuncia de activistas que acusaban de inconstitucional la Ley 516 del Código Penal. Ésta castigaba con penas carcelarias de entre 4 y 8 años a los que practicaran la homosexualidad.

Sin embargo, no fue hasta el año 2008 cuando se produjeron nuevos avances en materia de derechos. Con la llegada al gobierno de Rafael Correa, considerado uno de los dirigentes de la nueva izquierda de Suramérica (junto con Evo Morales, presidente de Bolivia o Hugo Chávez, su homólogo venezolano), se redactó una nueva Constitución. Ésta fue aprobada por la población mediante referéndum. En uno de sus artículos sobre derechos de los ciudadanos ecuatorianos, se establece que nadie podrá ser discriminado, entre otros motivos, por razones de identidad de género u orientación sexual. “Hay cierta apertura no clara”, opina Leticia Rojas, fundadora de la Fundación de Desarrollo Humano Integral Causana y directora de ésta entre 2006 y 2008. “Se ha avanzado con mucha presión por parte de los activistas”.

A pesar de las nuevas medidas, Rojas señala que “no hay nada más allá de las uniones de hecho para la comunidad LGTB”. No es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo, ni mucho menos la adopción. Pero esta experta asegura que el colectivo no está luchando por conseguir la unión tal y como existe para las parejas heterosexuales: “No queremos un modelo, sino nuevas formas de familia”.

Actualmente, las agrupaciones de activistas por los derechos LGTB siguen peleando, sobre todo, porque se cumpla lo que ya está escrito sobre papel. “Se ha hecho una denuncia internacional, sobre todo de la vigilancia de lo privado por parte del estado”, explica Rojas refiriéndose a las clínicas de rehabilitación para homosexuales, donde son ingresadas personas con orientación sexual diferente a la norma establecida para ser curadas. Por parte del activismo “sólo ha habido denuncias morales y éticas, no jurídicas”. Hubo un intento de llevar a cabo una denuncia jurídica, pero éste no cumplía los requisitos y no se presentó. Así pues, por el momento el colectivo LGTB no tiene un caso específico paradigmático, sino muchas denuncias que aparecen día tras días y que se publican en los blogs y portales de colectivos, explica Leticia Rojas.

Y es que, a pesar de que el texto constitucional asegura que nadie se verá discriminado por su identidad u orientación sexual, aún suceden casos como el que vivió Will cuando fue, hace unos meses, a renovar su visado al consulado ecuatoriano. “Yo fui con mi antiguo pasaporte: estaba de muy bien ver, maquillada, preciosa. Y en mi tarjeta de residencia salía con mi actual imagen, masculina. Y el funcionario del consulado ecuatoriano me miraba, y volvía a mirar el pasaporte. Así varias veces, hasta que le dije: ‘¡Qué es para hoy!’”. El trabajador, tras preguntarle que dónde estaba la señora que aparecía en la foto del pasaporte, terminó grapando a éste una fotocopia de la tarjeta de residencia. “Encima puso un post-it: ‘Trans-for-ma-do’”, cuenta Will, pronunciando por separado cada sílaba.

Pero también en España la situación es difícil en algunos ámbitos para los transgénero. Uno de ellos es el laboral, en el que asegura que “todo va bien hasta que les dices que eres transexual”. Entonces, ya resulta difícil que finalmente le llamen para darle el puesto. De todos modos, Will apuesta por la formación educativa de los transgénero como alternativa a la prostitución. “Uno de los motivos por los que hay tanto transexual en la calle es por la falta de educación”. Empezó a preocuparse por ello cuando a un primo suyo, transfemenino que trabajaba en un polígono industrial barcelonés, le desfiguraron la cara.

Sin embargo, no son sólo los trans los que deben formarse. “A mí me preocupa que en la escuela aún se le llame maricón a un niño afeminado”, comenta Will sobre la situación social en España. La solución, en este caso, es también la educación, tanto en las escuelas españolas como en las ecuatorianas. Su proyecto es ir de colegio en colegio narrando a los escolares su historia, sus vivencias. “Quiero contarles lo que es para mí andar todos los días con esta faja tan ajustada”.

“Aquí se pinta de manera muy superficial” la transexualidad, opina refiriéndose a España. Y especialmente la transfemenina, “que es más visible”. También aprecia que la mayoría de latinos lo exhiben de “manera jocosa cuando realmente no es nada divertido ni agradable”, añade.

Ahora, en España, está formándose acerca de leyes, procesos y avances en sanidad y derechos a través de ONG. De hecho, fue miembro de COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid). Su objetivo final: volver a su país operado. Si no es con esta condición, no piensa volver “nunca”. Will ya piensa en cambiarse el nombre oficialmente, aunque no podrá hacerlo hasta que le den la nacionalidad española. “Eso es lo que quiero”.

Mientras tanto, en Ecuador, se celebró el orgullo bajo el lema: “Orgullosos de ser, felices de expresarlo”. Y, en Madrid, la consigna fue: “Por la igualdad transexual”.

El 3 de julio las carrozas inundaron las calles madrileñas al ritmo de música y con ambiente colorido. Y Will, en su casa, o de compras con su madre, sigue escuchando “¡Wendy!” cuando ella lo llama.

Entrevista a Fredy Alfaro, director de Quitogay.net

VOCERÍO: ¿Qué opina sobre la vigente legislación referente a los derechos del colectivo LGTB?

FREDY ALFARO: Me parece positivo el avance de la legislación (el principio de no discriminación por orientación sexual y por identidad de género como primera constitución en el mundo en reconocerlo, la creación de los delitos de odios penales, la ordenanza 240 de inclusión BGLT en el municipio, y la acción afirmativa del reglamento de elecciones a diversos cargos del Consejo de Participación Ciudadana de Transición). Sin embargo, hay muchos derechos que no se instrumentalizan en normas jurídicas, ni en políticas públicas, por ende no hay funcionarios público ni privados capacitados, aspecto en el que aún hay que trabajar.

VOCERÍO: ¿La sanidad ofrece servicios a este colectivo específicos para el colectivo?

FREDY ALFARO: En la práctica, no. Existe un caso aislado en el que la Corte Nacional de Justicia falló a favor de Estrella Estévez (trans), que habla de la obligación en su caso para que el Estado cubra su cambio de operación, pero no ha sido realizado.

En el tema psicológico hace falta el apoyo gubernamental, que no sólo es una falencia de la población BGLT, sino de todo la población ecuatoriana, incluida la hetero. Para que el Estado ofrezca este servicio, se debería seleccionar profesionales especializados en el tema.

VOCERÍO: ¿Cuál es la situación social del colectivo LGTB en el país?

FREDY ALFARO: Desde el 27 de noviembre de 1997, fecha en la que el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional el artículo 516 del Código Penal, mediante el cual era delito ser homosexual, ha habido avances importantes principalmente visibles en las ciudades grandes como Quito y Guayaquil, debido a que en ellas existen diferentes alternativas de espacios de integración para los BGLT. Por otro lado, debido a la poca información, y a que la mayoría de la población es católica conservadora, sigue habiendo discriminaciones tanto por parte de ersonas particulares como por algunos representantes del Estado.

Pero también hay que tomar en consideración que ministerios y ciertos sectores del Estado están apoyando a grupos BGLT, como son el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, la Dirección de Educación de la Policía Nacional, el Ministerio de Salud y el Municipio de Quito (aunque su postura es de doble cara)

VOCERÍO: ¿Desde cuándo y cómo se celebra el Día del Orgullo Gay en Ecuador?

FREDY ALFARO: Como actividad visible se celebra el día del orgullo gay desde el año 2002 en Quito, y en Guayaquil desde el año 2007. Hay actividades organizadas por fundaciones, que más que dar visibilidad a un grupo social, son una manera de promocionarse. En los dos casos se realizan con una concentración en una plaza pública. Otras organizaciones no gubernamentales BGLT organizan eventos académicos de manera independiente y aislada.

VOCERÍO: ¿Se están creando barrios “gay” a imagen y semejanza de los que existen en otras ciudades del mundo como en San Francisco o Chueca, en Madrid?

FREDY ALFARO: Hay una zona en la parte comercial de Quito, que siempre ha sido como la zona franca o la zona libre en la que es más aceptado ser diferente, justamente por ser una zona donde se congrega la mayor parte de servicios turísticos (bares, restaurantes, hoteles) . En esta zona es donde siempre han existido lugares de la comunidad, en su mayoría discotecas y bares, en la actualmente se pueden encontrar saunas. Pero a pesar de todo esto no se puede hablar de que sea un barrio o zona gay.

VOCERÍO: ¿Cree que los emigrantes ecuatorianos que regresan al país después de haber emigrado a España, al haber estado en un país donde hay mayor aceptación de los LGTB, favorecen la normalización de este colectivo en Ecuador?

FREDY ALFARO: Tomando en consideración que Ecuador es un país católico, con una sociedad con prejuicios sobre lo diferente, en la que el sexo es un tabú, y que la mayoría de migrantes provienen de ciudades y pueblos pequeños, con escasa educación, por ende pegados a las costumbres y tradiciones machistas religiosas, considero que no son de mucha ayuda. Simplemente, cuando regresan a Ecuador, vienen de vacaciones y no creo que haya estadísticas de cuantas personas BGLT de las que emigran regresan para radicarse en Ecuador, y de ser el caso no es un número representativo, desde mi punto de vista.

VOCERÍO: ¿Qué medidas propone para la aceptación y normalización?

FREDY ALFARO: Como director de la primera revista en línea, Quitogay.net, y como gestor cultural y de Derechos Humanos, desde el año 2001 he organizado actividades artístico-culturales en la ciudad de Quito, siendo la principal el festival de cine El Lugar sin Límites, que se realiza hoy por hoy en cinco ciudades del Ecuador, siendo la actividad mas grande e importante de la comunidad.

Patrulla urbana de defensa y apoyo

“Cuerpos distintos, derechos iguales” es el lema del colectivo Proyecto Transgénero, uno de los más representativos de Ecuador. Realiza actividades de apoyo a la comunidad LGTB como la “Patrulla Legal. Asesoría Jurídica Itinerante”, que recorre las calles de Quito durante la noche para defender a la población trans que ejerce “el trabajo sexual”, como lo califica el colectivo. Las actividades de esta patrulla son “la asesoría legal preventiva, mediación de conflictos, conformación de asociaciones e intervención legal emergente en casos de detención arbitraria, abuso policial, agresiones en la vía pública y discriminación hospitalaria, entre otros”. Además, participa activamente en el marco legal y político del país. Una de sus últimas acciones ha sido la de colaborar en la redacción del Nuevo Manual de Derechos Humanos de la Policía Nacional, concretamente en el capítulo de “Procedimientos Géneros Sensibles”, presentado en abril de 2010.

También cuenta con una facción cultural, Transtango, que lucha por la igualdad desde el escenario.

Clínicas para “dejar de ser homosexual”

Desde las ONG y asociaciones se denuncia la existencia de clínicas a las que personas homosexuales son llevadas para curarse de la supuesta enfermedad que sufren: el tener una orientación sexual que no coincide con la de la mayoría. Según los casos que muestran los distintos colectivos, muchas de estas personas han ido a parar a los centros de rehabilitación mediante engaños o de manera forzosa.

Las técnicas de curación son diversas y varían según el centro: desde la violencia verbal (insultos, humillaciones) hasta la física: descargas eléctricas en los genitales. También se usa el método de la ducha de agua fría, inyección de hormonas e, incluso, tocamientos por parte de personas del mismo sexo que el paciente.

Muchos de estos centros son evangelistas o católicos, y en ellos las técnicas de curación se basan en la oración y en escuchar la palabra de Dios.

La homosexualidad en la Historia

Según la época histórica, el hecho de ser homosexual estaba bien visto e, incluso, era un requisito para llegar a ostentar cierto cargo dentro de la sociedad.

En la antigua Grecia, los jóvenes (hombres) solían tener relaciones sexuales con su maestro. Eso sí, resultaba extraño que dos hombres adultos mantuvieran una relación homosexual. Del lesbianismo, por otro lado, se tiene menos información, ya que la mujer griega no tenía apenas vida social y quedaba relegada al hogar. Safo de Lesbos, cuyos poemas sobre el amor entre mujeres han llegado hasta nuestros días, es uno de los iconos lésbicos.

En Roma, el hecho de practicar sexo anal era cuestión de rango social: un hombre podía penetrar a un esclavo o a otro hombre más joven, pero nunca al contrario.

Los pueblos americanos anteriores a la llegada de los europeos y sus costumbres católicas, respetaban la orientación homosexual, así como el travestismo. Según crónicas algunas crónicas de conquistadores y jesuitas, había mujeres que vestían y realizaban tareas de hombres y estaban, a su vez, casadas con otras mujeres. En cuanto a los hombres, había pueblos en los que los chamanes eran bisexuales o usaban ropa de mujeres.

Fechas señaladas

17 DE MAYO

Un día como ése, en el año 1990, la Organización Mundial de la Salud eliminó de su lista de enfermedades mentales la homosexualidad y la transexualidad.

28 DE JUNIO

Se eligió esta fecha para celebrar el Día del Orgullo Gay en recuerdo de los disturbios de Stonewall, que sucedieron la madrugada del 28 de junio de 1969 en un pub neoyorquino llamada Stonewall Inn. Una redada policial provocó una serie de manifestaciones que son consideradas como la primera vez en la que el colectivo LGTB se levantó contra la opresión que sufría por parte del Estado. Un año después, se organizaron las primeras manifestaciones en varias ciudades estadounidenses y europeas para rememorar los hechos.

1791

Tras la Revolución Francesa, el país galo fue el primero de Occidente en despenalizar la práctica de la homosexualidad.

11 de enero de 1979

En España, se excluye la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad Social. Siete años más tarde dejó de ser delito de honor en el ejército.

Gemma Candela

One comment

  1. bueno soy una chica lesbiana mis padres me han aceptado tal como soy pero solo en mis pensamientos ellos no desean q cambie mi fisico y estoy de acuerdo y me gustaria q si haya de efectuarse el matrimonio del mismo sexo no le hacemos daño a nadie y deberian de respetar nuestro criterio como respetamos el de los demas y todos somo igual mientras tengamos los mismos rasgo de ser seres humanos



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