La bandera multicolor ondeó en las calles de casi todo el mundo a principios del verano. Madrid fue el escenario de la última gran orgullosa fiesta. Aunque en los principales portales españoles sobre el colectivo homosexual no se les nombró, Quito y Guayaquil, ciudades ecuatorianas, también celebraron el orgullo gay. Sin embargo, dentro de esta celebración, hay un grupo que aún permanece entre sol y sombra: los transgénero. En la capital española, el lema de la marcha fue “Por la igualdad trans”. En el país latinoamericano también se está luchando por ella porque, a pesar de los avances que se han producido desde la llegada al poder del actual presidente, Rafael Correa, aún hay mucho por hacer
“Eso es un carnaval”, opina un joven sobre el Día del Orgullo Gay en su país. Lleva camisa de cuadros, pantalón largo y sandalias de cuero, bajo un sol castigador a las 3 de la tarde. Al saludarle y darle una palmadita en la espalda, se nota la faja que lleva apretándole el pecho. Tiene 29 años y es de Guayaquil (Ecuador), pero desde hace ya algunos años es vecino de Madrid. Y, desde hace tan sólo nueve meses, decidió dejar su nombre de toda la vida, Wendy, por un nombre masculino, Will. “Lo elegí porque empieza por W. Intenté que fuera lo más similar al nombre que me puso mi madre, por no perder tanto la identidad, las raíces”, explica.